Superar la adversidad tiene mucho que ver con los hábitos y estados de salud de las personas, sin embargo, ¿de qué depende sobrevivir a la situación universal que estamos viviendo? Quizás, la respuesta esté en cada uno de nosotros. Si te apetece saber cómo afrontar los momentos de adversidad con Actitud Positiva, sigue leyendo este post.
¿Qué tipo de actitud estás tenido ahora? ¿Pasiva, activa, de rechazo, de aceptación, abierta, cerrada, más positiva que pesimista? Tomar consciencia de ella, es un primer paso para desarrollar una Actitud Positiva. El segundo, implicaría decidir si seguir o no con la misma actitud. El tercer paso, es ponerse en acción activamente.
Si tu elección es tener una Actitud Positiva, aquí propongo una serie de ideas para activarla especialmente en los momentos de adversidad:
- Mente abierta y curiosa. Conforme la mente se abre, se percibiría que lo que la cierra, ¡es ella misma! Sin embargo, al abrirla se descubrirían nuevas vías de comunicación, de relación, de hacer cosas o de distribuir el tiempo. La curiosidad, permitiría cambiar de género literario, quedar con amigos de tapas sin salir de casa, tomar café con compañeros de trabajo desde nuestra propia cocina o abrirnos a la posibilidad del autoconocimiento.
- Una Actitud Positiva, recuerda la impermanencia de la situación. Tener presente que el túnel tiene salida. Esto permitiría rebajar la tensión, aliviar las emociones desagradables o tomar sabias decisiones desde la consciencia plena de la situación.
- Con una Actitud Positiva activa, la relación con la adversidad sería desde la aceptación y la oportunidad. Así, se afrontarían las dificultades de una manera más eficiente, pacífica y amable. Quizás ahí se pueda ver la oportunidad de cambio.
- Una Actitud Positiva, implicaría poner en valor el sentido del humor. El reír produce cierta relajación y genera hormonas de la felicidad. Elegir qué tipo de sentido del humor desarrollar, es un acto de inteligencia
El sentido del humor fino e inteligente enriquece, relaja y genera endorfinas
- Tomar decisiones saludables, encontrarnos como individuos, preguntarse y responderse con honestidad, ser generosos y amables, saber decir que no…todo esto requiere de una gran fortaleza interior. Si quieres leer más sobre este tema Pincha aquí
- ¿Con qué valores nos reconocemos en positivo? ¿Cómo ponerlos en práctica? Paciencia, gratitud, alegría, resiliencia, generosidad, tolerancia…Parar, conocerse y reconocerse en ellos, permitirá también reconocerlos en los demás.
En estos momentos de adversidad común, la tolerancia se presentaría como un valor de unión entre todos
- Nada mejor que tener tiempo por delante para soltar aquello que sobra, se acumula innecesariamente o supone una fuerte carga. Armarios, cajones, datos del móvil, y también autoexigencia, tiempo sobrecargado o cansancio. ¡Liberación!
- La actitud, la intención, la motivación y la expectativa marcan el hacer. Más vale poco consciente que mucho inconsciente, y el autocuidado… ¡siempre presente!
- Acercarse a ella puede que sea una sorpresa…o un sorpresón. Tener una actitud amable con uno mismo, observar sin enjuiciar y con cierta curiosidad, abrirían la puerta al autoconocimiento. Hacerlo de manera abierta, honesta y humilde, es sin duda, una fuente viva de información. Lo que se haga con esa información depende de la actitud que cada uno tenga ante la vida y ante sí mismo/a.
La práctica activa de Mindfulness, con un actitud amable, no enjuiciadora y pacífica, permitiría desarrollar una Actitud Positiva.
Un fuerte y cálido abrazo,
Ana
